miércoles, 23 de diciembre de 2009

Manifiesto de Cádiz. Viva España con honra.

La revolución de 1868 llamada también "La Gloriosa" inicia el sexenio democrático o revolucionario. El llamamiento a los españoles concluye con una frase que ha hecho fortuna. Aquí tenéis lo más destacado.
“Españoles:

La ciudad de Cádiz puesta en armas con toda su provincia (...) niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid, segura de que es leal intérprete de los ciudadanos (...) y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nación recobre su soberanía, manifieste su voluntad (...)
¿Habrá algún español tan ajeno a las desventuras de la patria que nos pregunte las causas de tan grave acontecimiento?
Hollada la ley fundamental, convertida, siempre, antes en celada que en defensa del ciudadano (...), corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno; dependiente la seguridad individual, no del derecho propio , sino de la irresponsable voluntad de cualquiera de las autoridades; (...) muerto el Municipio; pasto la Administración y la Hacienda de la inmoralidad y del agio; tiranizada la enseñanza; muda la prensa y sólo interrumpido el universal silencio por la frecuentes noticias de las nuevas fortunas improvisadas; del nuevo negocio; de la nueva real orden encaminada a defraudar el tesoro; de títulos de Castilla vilmente prodigados; del alto precio, en fin, a que logran su venta la deshonra y el vicio.. Tal es la España de hoy. Españoles, ¿quién la aborrece tanto que se atreva a exclamar: «Así ha de ser siempre»?
No, no será: ya basta de escándalos.
(...) Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos: queremos que el encargado de observar la Constitución no sea su enemigo irreconciliable.
Queremos que las causas que influyan en las supremas resoluciones las podamos decir en voz alta delante de nuestras madres, de nuestras esposas y de nuestras hijas. Queremos vivir la vida de la honra y la libertad.
Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de agiotistas y favoritos; con los amantes del orden, si quieren ver lo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del altar, interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo; con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera, pues no es posible que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que España ha de vivir envilecida. (...) Españoles: acudid todos a las armas, único medio de economizar la efusión de sangre (...), no con el impulso del encono, siempre funesto, no con la furia de la ira, sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada.

¡Viva España con honra!”

Firmado en Cádiz, 19 de septiembre de 1868 por Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano, Ramón Nouvillas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero de Rodas, Juan Topete".


 

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